Es común que a veces, después de correr tengamos la sensación de que nuestro estómago está hinchado y que esta situación se revierte dejando de hacer ejercicio.
Esto es algo común y puede deberse a alteraciones en la dieta, a una gran ingesta de agua o mismo a un estado de nervios o ansiedad que no nos permite correr con tranquilidad.
Intentá probando estos consejos para ver si hacés la diferencia:
-Eliminá por completo las bebidas con gas antes del entrenamiento
-Intentá correr varias horas después de haber comido
-¡Relajate! Muchas veces los nervios nos generan rigidez y nos hacen tensionar músculos que impiden que respiremos correctamente y por lo tanto, nos dificultan la actividad
-Hacé un par de series tranquila, sin tiempos ni ritmos, sólo para disfrutar el paisaje
-Evitá alimentos con fibras como verduras o harinas integrales antes de correr, así como también alimentos que producen gases
-Siempre que salgas a correr es conveniente que hayas comido algo antes, pero que haya pasado tiempo suficiente después de la ingesta
Si la situación persiste y no te sentís cómoda, no dudes en consultar con un médico o con tu entrenador para ver qué puede ser lo que está fallando.
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