El verano es una época complicada para las personas que desean ir de vacaciones a una playa y lucir un cuerpo bien formado, que embone perfecto en el traje de baño.
Es en este punto en donde entramos en conflicto, pues a pesar de que uno de nuestros propósitos de Año Nuevo fue hacer ejercicio y bajar de peso, no lo hemos llevado a cabo por distintas razones: trabajo, falta de tiempo, escuela, etc.
No importa qué nos lo impidió, pero ya llegaron las vacaciones de verano y nosotros en vez de tener algunos kilos menos, estamos en el mismo peso o hemos subido… Y lo peor es que ya sólo falta un mes para ese viaje anhelado… ¿Qué vas a hacer?
Puedes recurrir a correr, a pedalear o a nadar; e incluso, inscribirte en clases de zumba o de kick boxing, donde quemarás unas 10 calorías por minuto… Excelentes opciones para tener un buen cuerpo y buena salud, pero aunado a esto puedes seguir desechando calorías con tan sólo utilizar tu cerebro.
Según lo publicado en xatakaciencia.com, al usar el cerebro de forma normal se utiliza una caloría por minuto; pero si te esfuerzas para resolver un crucigrama o sudoku, entonces podemos llegar a quemar 1.5 calorías por minuto.
Como lo señala Bjorn Carey en su libro ¿Sabías qué…? Mientras pensamos, millones de neuronas envían mensajes entre sí y a los diversos tejidos corporales. Estas neuronas precisan de combustible, y consumen hasta un 75 por ciento del azúcar sanguíneo procedente del hígado, y un 20 por ciento del oxígeno que hay en el cuerpo, proceso en el que se necesita de esfuerzo igual que cuando haces ejercicio, por lo que también pierdes calorías.
Por ejemplo, en suite101.net se menciona que después de clases o de muchas horas de trabajo frente a una computadora siempre terminas hambriento, pero lo raro es que permaneciste sentado la mayor parte del día, por lo que te preguntas: ¿Pensar también quema calorías, como cualquier ejercicio físico?
De acuerdo con la nutrióloga Mary Hartley, el cerebro quema más calorías durante períodos intensos de actividad mental. A lo largo del día, el cerebro gasta entre el 20 y el 30 por ciento de las calorías quemadas en total, aunque la mayoría de ellas se utilizan para regular procesos psicológicos como el latido del corazón, la respiración y la digestión.
Pero también puedes quemar glucosa y carbohidratos, pues el cerebro quema glucosa para transmitir mensajes a través de la red neuronal, y también carbohidratos, que se digieren hasta convertirse en glucosa. Eso es de lo que nuestro cerebro se alimenta. Así que pensar, como cualquier otro ejercicio, elimina estos elementos del organismo.
Es así como se puede comparar: caminar quema 4 calorías por minuto. Boxear puede gastar unas 10 por minuto. Para leer puede necesitar 1.5 calorías por minuto.
Sin embargo, también existe la contra parte, ya que después de realizar algún ejercicio mental, tendrás la necesidad de alimentarte… En un estudio realizado por el doctor Angelo Tremblay, se demostró que a pesar del bajo desgaste de la energía mental como trabajo, los estudiantes que participaron en la investigación consumieron 23,6 por ciento más calorías después de las tareas intelectuales.
Después de 45 minutos a cada actividad, los participantes fueron invitados a comer todo lo que querían en el buffet. Los alumnos espontáneamente consumieron 203 calorías más después de resumir un texto y 253 calorías más después de pruebas en el ordenador.
Ante estos resultados, uno de los investigadores, Jean-Philippe Chaput, comentó: “Estas fluctuaciones pueden ser causadas por el estrés del trabajo intelectual, o también reflejar una adaptación biológica durante la combustión de glucosa”.
Y agregó que el organismo podría reaccionar a las fluctuaciones de estimular la ingesta de alimentos, con el fin de restablecer su equilibrio de glucosa, el único combustible utilizado por el cerebro.
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