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Las causas de las enfermedades de las uñas pueden ser múltiples, pero se deben básicamente a una alimentación inadecuada y la carencia de vitaminas y minerales en muchos de los alimentos que se ingieren, publicócronicadelquindio.
A lo que hay que añadir la ingesta de nutrientes desnaturalizados, debido a los métodos industriales de preparación, elaboración y conservación. Sin olvidar la acumulación en el organismo de toxinas y productos químicos que por culpa de la contaminación y la polución, que de forma elevada existe en los alimentos.
“Esta alimentación inadecuada, unida al propio ritmo de vida, puede revelar un estado anémico, y reflejarse sobre el estado de las uñas; estas se vuelven débiles, quebradizas, se ablandan, aparecen surcos, estrías, grietas y manchas, se rompen y se parten con facilidad. Pueden también sufrir fácilmente infecciones de hongos (dermatofitos) bacterias o reflejar enfermedades sistémicas. En definitiva, el estrés, la contaminación y una inadecuada nutrición son las principales causas de la mayor parte de las enfermedades de las uñas”, explicó la podóloga Edelmira Rivera Duarte.
Los grandes enemigos son el agua, el frío, sustancias alérgicas, los procesos traumáticos, los mordisqueos repetidos por hábitos onicofágicos, manicuras agresivas o la utilización de productos químicos como detergentes alcalinos, malos cosméticos, esmaltes y endurecedores excesivamente cargados de formol o abrasivos, así como alergias a las uñas postizas entre otros.
“Las uñas son una parte muy delicada de nuestro cuerpo, estas se encargan de proteger los dedos de agentes externos que pueden llegar a ser muy nocivos; por ende, su mal o incorrecto cuidado puede provocar que las mismas se debiliten siendo permeables a diferentes enfermedades. No nos olvidemos que las uñas no están ajenas a las anomalías, como toda parte del cuerpo pueden enfermarse; de hecho la salud de las mismas es un reflejo del estado de nuestro organismo. Por ejemplo, cuando presentan un color amarillento, nos indican que nuestro hígado no está funcionando correctamente; la enfermedad de las uñas es algo muy común cuando están expuestas a situaciones indeseadas”, aseguró Rivera Duarte.
Señales de alarma
Cuando la uña adopta una forma cóncava con levantamiento en los extremos, puede indicar falta de hierro en el organismo o anemia, enfermedad coronaria, hipotiroidismo o desnutrición. Pero si la apariencia es de sangrado debajo de esta, provocado por la rotura de los vasos ubicados longitudinalmente, no hay que descartar un trauma o una causa interna en un 10 al 20 % de los casos.

En tanto, una mayor curvatura de la uña acompañada por un crecimiento excesivo del tejido conectivo e hinchazón de todo el dedo, una alteración conocida como dedos hipocráticos debido a que el primer caso fue identificado en el año 400 a.C., está relacionada con las enfermedades sistémicas.
“Las líneas blancas transversales en varias de ellas pueden indicar reacción adversa a algún fármaco, desórdenes metabólicos, tumores, enfermedades infecciosas (tuberculosis o malaria) y problemas renales y cardiovasculares. Una banda rosa en el extremo es señal de cirrosis o insuficiencia cardíaca congestiva, mientras que cuando las uñas se vuelven de color amarillo, delgadas y con poco crecimiento no deberían descartarse el asma, la tuberculosis o la bronquitis crónica.
Uno de los peores trastornos es el melanoma maligno, que puede aparecer con un punto negro en la uña y que las personas suelen asociar con un hematoma por un golpe, donde la persona debe acudir de inmediato a una valoración médica”, aseveró la podóloga.
Enfermedades
-Padrastro: No son más que los pedacitos de piel que se levantan de las carnes alrededor de la uñas, y pueden ser producidos en el salón donde se realiza la limpieza por un mal corte en la cutícula o resequedad de la piel.
Leuconichura: Estas son manchas blancas que aparecen en el cuerpo de las uñas y se deben a burbuja de aires y golpes.
Estos desaparecen con el tiempo.

-Surco y forma de pico de cotorra: Esto se debe a la falta de vitamina.
-Hipertrifia: Es el crecimiento anormal de las uñas debido a infecciones locales o a problemas generales del organismo.
-Atrofia o crecimiento débil: Es cuando la uñas no crecen lo suficiente, pierden brillo natural y se vuelven pequeñas, pueden ser por muchas causas incluyendo la falta de cuidados.
-Onicofagia o comerse las uñas: Se produce muchas veces, si no la mayoría, por lo malos hábitos, y por vicio o problemas nerviosos, es lo que llama a comérselas hasta la madre de estas.
-Sífilis: Es causada por la bacteria Treponema pallidum, y al igual que la vagina hace llagas en las manos y los bordes de los dedos.
-Uñas encarnadas: Es el resultado del crecimiento inadecuado del borde de las uñas por lo regular esto lo encontramos en lo pies.
“Todo este tipo de problemas están condicionados a muchas factores como la falta de aseo, en los salones de belleza, el inadecuado uso de los cortauñas sin tener la precaución de desinfectarlos entre otros muchos más que pueden ser causa de enfermedades graves. Es importante recalcar que las manos son la ventana de nuestro cuerpo y cualquier irregularidad o molestia que estas ocasionen deben ser consultadas con los especialistas”, concluyó Edelmira Rivera Duarte.

Recomendaciones
-Cada vez que se realice alguna actividad que pueda estropearlas, como lavar los platos o lijar una pared, es conveniente protegerlas siempre con guantes. Hasta la uñas más duras y resistentes, sometidas a la humedad y a productos químicos abrasivos, se debilitan y se vuelven quebradizas.
-Si bien es un hábito que puede ir mas allá de la conciencia de cada uno, el comerse las uñas y las cutículas bajo ningún punto de vista es bueno para estas, y mucho menos si se está en un lugar público.
-No cortar las cutículas de las manos o los pies, es aconsejable suavizarlas o ablandarlas y darles forma empujándolas con un palito de madera.
-Cuando se aplique el esmalte, hacerlo en capas delgadas, si se hace de forma muy espesa se logra un aspecto más apelmazado. A la hora de quitarlo, se debe humedecer un algodón con quitaesmalte y presionarlo sobre la uña, empujando hacia la punta.
-Es recomendable utilizar siempre una base protectora antes del esmalte. Esta fortalecerá las uñas, le dará mayor brillo al producto y prolongará su duración.
-Cuando se lavan las manos se debe utilizar agua fría en lugar de caliente, y tratar de cortarlas luego del baño ya que están más blandas. Para limpiarlas por debajo, se debe utilizar un cepillo blando con agua con bicarbonato.
Para blanquearlas, puede remojarlas durante unos 10 minutos en una mezcla de 250 cc de agua caliente y una cucharada de agua oxigenada, dos veces por semana.

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